Cinco estrategias para prevenir lesiones
Consejos del doctor /

Asegúrate de que estás en buenas condiciones físicas al comienzo de la temporada deportiva o cuando comienzas una nueva rutina de ejercicios. También, durante la temporada baja, puedes adherirte a un programa de acondicionamiento físico equilibrado que incorpore ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza y flexibilidad. Si estás fuera de forma al comienzo de la temporada, aumenta gradualmente tu nivel de actividad y poco a poco llegarás a un nivel más alto de condición física.

Incluso los niveles leves de deshidratación pueden perjudicar el rendimiento deportivo. Si no has bebido suficientes líquidos, tu cuerpo no podrá enfriarse de manera efectiva a través del sudor y la evaporación. Una recomendación general es tomar 24 onzas de líquido no cafeína 2 horas antes del ejercicio. Beber 8 onzas de agua o bebidas deportivas justo antes del ejercicio también es útil. Mientras que estás haciendo ejercicio, toma 8 oz. de taza de agua cada 20 minutos.

Siempre tomate el tiempo para calentar y estirar, especialmente tus caderas, rodillas, muslos y pantorrillas. Los estudios de investigación han demostrado que los músculos fríos son más propensos a las lesiones. Calentar con saltos, bicicleta estacionaria, correr o caminar en el lugar durante 3 a 5 minutos. A continuación, estirar lenta y suavemente, manteniendo cada estiramiento durante 30 segundos.

El estiramiento al final de la práctica es frecuentemente descuidado debido a la falta de tiempo. El estiramiento puede ayudar a reducir el dolor muscular y mantener los músculos largos y flexibles. Asegúrate de estirar después de jugar o hacer ejercicio para reducir el riesgo de lesiones.

Las lesiones por excesos en el ejercicio ocurren con el tiempo debido al estrés en los músculos, articulaciones y tejidos blandos sin tener tiempo adecuado para la curación. Comienzan como un pequeño dolor, y pueden convertirse en una lesión debilitante si no se tratan temprano. La mayoría de las lesiones por sobrecargas pueden prevenirse con el entrenamiento adecuado y el sentido común. Aprende a escuchar tu cuerpo. Si los síntomas persisten, un especialista en medicina deportiva te ayudará a crear un plan de tratamiento para tu condición específica.