Valoro construir relaciones significativas con pacientes de todos los orígenes. Hago mi trabajo con compasión, sensibilidad cultural y un compromiso con el cuidado excepcional. Mis pacientes me describen como empática, accesible y dedicada a su bienestar. Elegí la medicina porque me gusta ayudar a los demás. La compasión y el entendimiento guían mi práctica, asegurándome de que cada paciente se sienta valorado, apoyado y escuchado. Un buen día de trabajo es conectar con mis pacientes, celebrar sus avances y saber que he hecho una diferencia en su camino hacia una mejor salud. Estos momentos me inspiran a seguir esforzándome por la excelencia. En Sanitas, los pacientes reciben un cuidado compasivo y personalizado en un ambiente de apoyo, con acceso a especialistas, programas de bienestar y recursos adaptados a sus necesidades. Cuando me quito la bata, disfruto relajándome al ritmo de la música salsa, que aporta alegría y equilibrio a mi vida. Es la manera perfecta de recargar energías y reflexionar sobre el trabajo significativo que realizo cada día.