Nací en Holguín, Cuba, y llegué a Estados Unidos en 2014 buscando mejores oportunidades para mí y mi familia. Decidí ser médico porque siempre he sentido la vocación de ayudar a las personas cuando más lo necesitan.
Un buen día de trabajo es aquel en el que sé que hice una verdadera diferencia: cuando mis pacientes se van más saludables, con más confianza y agradecidos por la atención que recibieron.
En Sanitas, puedes esperar una atención médica excelente, ofrecida con compasión, respeto y un compromiso genuino con tu bienestar.
En mi tiempo libre disfruto practicar karate y jugar o ver fútbol.