En Sanitas, me gusta conocer bien a mis pacientes, me tomo el tiempo para analizar y explicar los planes de tratamiento y me aseguro de que comprendan la causa de su enfermedad o dolencia. Es un buen día de trabajo cuando tengo interacciones positivas con mis colegas y con pacientes que logran los resultados de salud por los que han trabajado. Recientemente me mudé de New Orleans a Jersey City. Pero crecí en Chicago, donde trabajé con poblaciones vulnerables a través de programas de voluntariado. Decir que la medicina o la enfermería es una vocación puede sonar trillado, pero llevo mucho tiempo preparándome y formándome para esta profesión. Cuando era adolescente, me ofrecí como voluntario en despensas de alimentos para las comunidades desatendidas, alimenté a las personas sin hogar con mis ganancias y adoré y disfruté del compañerismo con las comunidades. Cuando tenía 11 años, escribí una propuesta que fue totalmente financiada para abrir una biblioteca en un área marginada de Chicago. Como adulto, he continuado con la misma práctica. Cuando no estoy trabajando, me encanta pasar tiempo con amigos y familiares, disfrutar de la compañía de los demás y apoyarlos en sus logros o desafíos de la vida.