Las mejores bebidas para hidratar tu cuerpo

Nutrición y fitness / Revista Bienestar Sanitas Ed.132. Texto: Maricielo Acero Rodríguez

Las mejores bebidas para hidratar tu cuerpo

“No estás enfermo, solo estás deshidratado”. Esta fue la conclusión a la que llegó el ya fallecido médico iraní Fereydoon Batmanghelidji después de revisar toda su vida las consecuencias en el organismo de falta de agua.

El Instituto de Medicina de los Estados Unidos ha revelado que la deshidratación aumenta el nivel de cansancio y desciende el rendimiento cognitivo, debido que el 76 por ciento del cerebro está compuesto por agua. Por eso, lo primero que se le da en un hospital a cualquier enfermo es suero, que no es más que agua con sales minerales. A continuación algunas alternativas para hidratarse, unas más sanas que otras.

MAL

Bebidas alcohólicas: no sirven para reponer el agua perdida porque el alcohol es un diurético que genera más deshidratación. Una cerveza helada puede calmar la sed, pero no se recomienda para hidratarse porque contiene entre tres y cinco grados de alcohol, según Cristina Posada, jefe del servicio de nutrición de Colsanitas.

Gaseosas: contienen agua y una alta dosis de azúcares simples, que se traducen en calorías vacías, esto es, sin ningún valor nutritivo. No se recomiendan como bebida hidratante y menos cuando se hace deporte, porque pueden provocar molestias estomacales debido al gas y el dulce que tienen.

Jugos de caja: parecen beneficiosos porque se supone que están hechos con “fruta natural”, pero tienen gran cantidad de azúcar, colorantes y sabores artificiales. Como están elaborados para que puedan durar meses dentro de una caja, no suministran muchos de los nutrientes verdaderos de la fruta, como vitaminas, minerales y fibra.

Bebidas energéticas: contienen sustancias estimulantes como cafeína y taurina, que si bien reducen la sensación de fatiga muscular, al mezclarse pueden tener efectos adversos, como taquicardia. Otras han sido “enriquecidas” con guaraná, una planta compuesta por cafeína, teobromina y teofilina, sustancias que pueden acelerar el ritmo cardiaco y la fuerza de los latidos del corazón. De otro lado, una bebida helada con cafeína para refrescarse puede resultar reconfortante, pero la cafeína también es un diurético, lo que a la postre no resulta muy adecuado para hidratarse.

Refrescos dietéticos: no tienen azúcar, pero sí una gran dosis de colorantes y saborizantes disueltos en agua que no proporcionan los nutrientes que el cuerpo necesita. Sin embargo, sirven como alternativa cuando se necesita reponer líquido sin sumar calorías a la dieta.

BIEN

Agua saborizada: pueden ser con gas o sin él, pero se han convertido en una opción más saludable que las gaseosas, sobre todo para quienes no toman agua pura por considerarla insípida o aburrida. Algunas están libres de azúcar o tienen muy poca, pero todas tienen saborizantes que no adicionan ningún beneficio nutricional al organismo.

Bebidas hidratantes o isotónicas: están diseñadas especialmente para deportistas y para quienes han perdido cantidades importantes de agua y electrolitos, como cuando se trabaja en un ambiente caluroso, hay hiperhidrosis (exceso de sudor) o en episodios de diarrea aguda. Su principal bondad es que tienen las cantidades precisas de azúcar (glucosa), sodio, potasio y otros minerales que el cuerpo pierde cuando suda.

MEJOR

Agua pura: el 70 por ciento del planeta y del cuerpo humano están hechos de agua. El agua interviene en todos los procesos químicos que existen en la naturaleza y en cada una de las funciones del cuerpo humano, con la ventaja de que es el único líquido que aporta cero calorías. Si siente sed, es porque el cuerpo ha perdido agua, y hay que reponerla. No todas las personas deben ingerir ocho o más vasos de agua al día: solo la que necesiten para no sentir sed.

Jugos naturales sin azúcar: ya sean de frutas o verduras, o ambos, está libres de químicos y además de calmar la sed, aportan nutrientes, principalmente vitaminas y minerales. Sin embargo, hay que prepararlos y tomarlos de inmediato para que no pierdan el valor nutricional al entrar en contacto con el oxígeno del ambiente. Cuando no hay sed sino hambre, se deben consumir las frutas y verduras enteras y con cáscara para darle más vitaminas, minerales y fibra al cuerpo.

Té: Además de agua, es una bebida con antioxidantes (sustancias que combaten las partículas nocivas que se generan durante los diversos procesos del organismo), lo que explica que en los últimos años se haya vuelto tan popular en el mundo occidental. Es mejor consumirlo en bolsitas o conseguir las hojas de té, y evitar tomarlo envasado por la cantidad de azúcar, preservativos, edulcorantes y saborizantes artificiales que contienen los tés en botella o lata.

Infusiones: son apreciadas por su poder hidratante, refrescante y medicinal. Desde la antigüedad se han usado las plantas y las flores con fines curativos, y en la actualidad muchos medicamentos se elaboran con base en extractos de hierbas y flores. Ahora se ha puesto en boga mezclar hierbas aromáticas con frutas para potenciar los efectos terapéuticos, realzar el sabor y hacerlas más apetecidas.