Nací y crecí en Santa Clara, Cuba pero me trasladé a Estados Unidos en 1.998. Elegí la carrera de medicina porque, para mí, no hay una recompensa mayor que marcar la diferencia en la vida de los demás. Soy feliz de tener una carrera que me aporta diariamente satisfacción. Para mí, un buen día de trabajo es poder ofrecer una atención de alta calidad acompañada de compasión. En Sanitas, estamos muy orientados a la familia y queremos que nuestros pacientes se sientan lo más cómodos posible cuando acuden a nosotros. Sus necesidades son nuestra prioridad y buscaremos de manera incansable una solución para ellos. Mi tiempo libre lo dedico a mi familia y a viajar. Ambas cosas las disfruto mucho.