Como médico de Sanitas, trato a cada paciente con cariño, dedicación, humildad y empatía porque siento que es la mejor manera de lograr resultados positivos. Un buen día de trabajo es cuando un paciente dice que he ayudado a mejorar su calidad de vida. Mis pacientes pueden sentirse cómodos hablando conmigo en mi español nativo. También hablo inglés. Nací y crecí en Cienfuegos, Cuba, una hermosa ciudad ubicada en la costa sur. Desde joven sentí pasión por las ciencias, y cuando supe que la medicina era la más humana, me propuse ser médico. Siempre admiré los valores sobre los que se fundó Estados Unidos y decidí que era el mejor lugar para mí y mi familia. Vine a los EE.UU. en 2004 y desde entonces he llamado a Miami mi hogar. En mi tiempo libre, disfruto estar con mi familia y amigos, ver una buena película o un programa de televisión, jugar con mi perro y viajar con mi esposo e hijos.