He estado viviendo en Whitehaven desde los cinco años y me gradué de Whitehaven High School. Poder servir a mi comunidad es un privilegio que no me tomo a la ligera. Es un honor retribuir a la comunidad que me brindó apoyo en mis años de juventud por parte de maestros, vecinos y líderes espirituales increíbles. Decidí dedicarme a la medicina por mi madre, que era enfermera titulada y me inspiró. A menudo volvía a casa y nos contaba a mis hermanos y a mí historias de su jornada laboral. Estas historias fueron la chispa inicial que encendió mi amor por la medicina. Combinar mi compasión por los demás y el amor por las ciencias hizo que convertirme en médico fuera el camino profesional perfecto para mí. Un buen día en el trabajo significa que puedo aliviar las preocupaciones de los padres mientras brindo un servicio excelente y eficiente a mis pacientes. Un buen día también significa que puedo educar a los padres y pacientes sobre sus afecciones médicas para que puedan hacerse cargo de su salud. Quiero que sepas que en Sanitas brindamos un excelente cuidado médico y un entorno amigable. Cuando me quito el abrigo, disfruto pasar tiempo con mis tres hijas. Esta pandemia me ha recordado que el tiempo con la familia a veces se da por sentado y me ha dado una perspectiva diferente de la vida.